¿Qué significa tener un idioma energético?

Todo puede resumirse en una frase: la energía es información. 

Cada pensamiento, palabra, acto, recuerdo, creencia, cada persona que has conocido o cada lugar que te ha tocado el corazón, tiene su propia energía. Son miles de millones de partículas energéticas que influyen en todo lo que tocan. Y esa energía es de lo que está hecha tu alma o tu espíritu. Todo son pequeños unos y ceros que has codificado en un idioma completamente personal y que te influye a ti e influye sobre los demás, y que a la vez nos conecta a todos en una gran red energética universal. 

Suena esotérico, lo sé. Pero nada más lejos de la realidad. Al final, es tan sencillo como reconocer que el amor es un idioma, igual que el miedo. Todos hemos sentido el terror ante una situación que no podemos controlar, o la expansión infinita cuando sentimos amor en algo. Y aunque estas dos fuerzas son universales, cada uno las interpreta y las comunica a su manera. Porque en este planeta, la interpretación mental de la energía es casi igual de importante que la energía en sí. 

Te pongo un ejemplo: si tú y yo estuviéramos tomándonos un café y llegara alguien muy enfadado y se sentara con nosotros, esa energía de enfado nos afectaría a los dos. Pero yo probablemente ese enfado lo traduciría o canalizaría como algo desagradable para mí (a lo mejor pensando en algo que me preocupe en ese momento de mi vida: una situación de trabajo, un problema personal...) y tú puede que lo canalizaras en un problema de salud. Es la misma energía la que nos ha contagiado, pero en dos cuerpos distintos se traduciría como dos situaciones completamente diferentes. Lo mismo ocurre con el amor, la alegría, la paz... nos afecta a todos, pero cada uno siente paz o amor de una forma diferente y lo interpreta distinto. A lo mejor para mí paz significa leerme un buen libro con mi perro en mi regazo, y para ti un baño de agua caliente. 

Así de maravilloso es este idioma que no atiende a lo racional pero que necesita a lo racional para llegar hasta nosotros. Y cuando aprendes a interpretarlo, tu vida cambia. Porque aquí llega el twist de toda historia que puede romperte los esquemas: tu energía se comunica constantemente contigo para ayudarte a ser inmensamente feliz. Es el susurro del alma, esa parte que todos hemos sentido y pocos saben interpretar. 

Mi propósito en este momento es precisamente ayudarte a interpretarlo y canalizarlo en un idioma que puedas entender. Y para ello, utilizo dos técnicas en mi terapia: la primera y mi favorita, la terapia energética. Y la segunda, el Qhht o terapia de regresión. Ambas sirven para conectar con tu inconsciente y saber qué quiere decirte. Y ambas te pueden cambiar la vida.

La pregunta es, ¿cuál te llama más a ti?

Cris Novela, terapeuta energética, escritora, Qhht practitioner y coach

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